Para detenerse a disfrutar el instante
Flor de Goda atrapa al primer sorbo con su arrebol carmín y violeta. Su cata envolvente y sedosa, con un velo de cacao y regaliz, mejora cualquier mesa de carnes o pastas. Con varios meses en roble francés, Godina y Morca se convierten en una sensación de cerezas maduras y especias. El largo final apremia a detenerse y retener el instante.