Besos a seis grados
Una copa de Arindo, el blanco joven y floral de Rueda, fácil de querer desde el primer paladeo, casa con los pescados azules, ahumados y escabeches. Entre robles y enebros, sobre las piedras de esta parada de trashumancia, envejecen el Shaya y el Shaya Habis para adquirir el brillo dorado y la prestancia aristocrática de las barricas. Uno desea entretenerse en este beso de seis grados de temperatura.